Aunque las conversaciones sobre hidratación íntima suelen girar siempre entorno a los lubricantes, un análisis sobre la salud de la zona genital femenina nos indicara que es más relevante la hidratación vaginal que la lubricación.

 

¿Por qué es importante la hidratación vaginal?

 

La importancia de usar un hidratante vaginal reside en su capacidad de renovar y nutrir nuestros tejidos vaginales, ayudándonos a regular el pH vaginal y evitar alergias, infecciones, irritación, picores o sequedad vaginal. Mantener la zona íntima hidratada favorece su elasticidad, promueve la renovación de los tejidos y potencia la lubricación natural, con la consecuente salud genitourinaria y la mejora de nuestras relaciones sexuales.

Un hidratante vaginal puede tener distintos valores de pH, escoger el hidratante vaginal adecuado a nuestro pH vaginal es esencial para beneficiarnos de sus propiedades y evitar efectos secundarios indeseados. Las mujeres no tenemos siempre el mismo nivel de pH vaginal; si no tienes claro cuál es el tuyo, pregunta al farmacéutico/a y te aconsejará el hidratante vaginal más indicado para tu caso particular.

 

Beneficios de usar hidratantes vaginales

 

Entre las particularidades de un hidratante vaginal, destacamos:

  • Algunos pueden utilizarse durante las relaciones sexuales y junto a ejercitadores pélvicos o estimuladores.
  • Están fabricados a base de agua, son hipoalergénicos y no poseen aromas ni colorantes.
  • Un hidratante vaginal de uso interno puede usarse en la zona genital exterior, pero no al revés.
  • Los productos de hidratación vaginal son variados, pudiendo adquirirlos en diversos formatos.
  • Muchos incorporan vitaminas, colágeno o ácido hialurónico, para favorecer la elasticidad y la renovación de los tejidos vaginales.
  • Se pueden usar a cualquier edad.
  • Son compatibles con preservativos de látex y juguetes sexuales.
  • Son absorbidos por nuestra piel y no es necesario retirarlos.
  • Su uso prolongado no supone ningún riesgo, excepto cuando contienen estrógenos en su formulación, situación en la que suelen requerir receta médica; pero nunca está de más asegurarnos.

Aunque difiere en según la persona, en cuestión de semanas empezaremos a notar los beneficios de usar hidratantes vaginales.

 

 ¿Cómo y cuándo usar hidratantes vaginales?

 

A modo de prevención y cuidado íntimo, usar productos de hidratación vaginal es una buena opción a cualquier edad. Pero existen casos en los que es una necesidad:

  • Con tratamientos anticonceptivos o antibióticos.
  • Durante el embarazo, la lactancia o la menopausia.
  • En caso de recibir quimioterapia.
  • Si notamos sequedad persistente durante la relación sexual.
  • Si padecemos infecciones del tracto urinario.

En cuanto a cómo utilizarlos, teniendo en cuenta la variedad de productos de hidratación vaginal que existen en el mercado, dependerá de cada producto. En el caso de geles hidratantes vaginales y cremas, suelen aplicarse directamente sobre la zona íntima, pero la mejor opción es preguntar al farmacéutico/a y seguir fielmente las instrucciones del producto.

 

Hidratante vaginal y lubricante vaginal, diferencias

 

La primera diferencia a tener en cuenta es que un lubricante vaginal está pensado para usarse esporádicamente: durante la relación sexual, al usar estimulantes sexuales o para facilitar la introducción de instrumentos médicos en la zona vaginal.

Un lubricante vaginal no tiene gran influencia en la salud íntima de una mujer, tan solo evitar posibles lesiones por fricción en la zona vaginal o evitar que se rompa el preservativo. Además, un lubricante vaginal no nos hidratará la zona íntima, sólo la lubrica. Y, como su efecto es esporádico e instantáneo, suelen evaporarse con rapidez.

  • Los lubricantes a base de agua son los más indicados para combinar con preservativos de látex o diafragmas, no manchan, son ideales para personas con la piel sensible y nos permiten practicar el sexo oral seguridad, pero se disuelven bajo el agua y tienden a volverse pegajosos, obligándonos a realizar nuevas aplicaciones.
  • Lubricantes a base de silicona son más duraderos y resistentes al agua, pero manchan, son difíciles de limpiar y no podemos usarlos con juguetes sexuales fabricados con silicona.
  • Los lubricantes a base de aceite son ideales para la masturbación y el sexo bajo el agua, pero también son difíciles de limpiar y no deben usarse con preservativos, diafragmas o juguetes sexuales fabricados con látex.

Evitemos los lubricantes con agregados de sabores y aromas, glicerina o químicos espermicidas, pues pueden ocasionarnos irritación vaginal, deshidratación de los tejidos o favorecer las enfermedades de transmisión sexual y las infecciones vaginales.