Por regla general, entrados en los cuarenta, tanto hombres como mujeres pasamos por un proceso biológico en el que nuestro nivel hormonal empieza a descender.

En los hombres, es una caída progresiva de los niveles de testosterona conocida como climaterio masculino o andropausia. Para las mujeres, un agotamiento ovárico brusco que conlleva la pérdida de estrógenos y progesterona, conocido como climaterio femenino.

 

¿Por qué se producen los cambios de humor?

 

De entre los variados síntomas de esta etapa de la vida, uno de los más desconcertantes es los cambios de humor.

En el caso de los varones, el descenso del nivel de hormonas testosterona tiene efectos neuronales que resultan en irritabilidad, ansiedad, depresión, estado de ánimo bajo, falta de concentración y disminución de la memoria.

Respecto a las mujeres, el descenso de las hormonas estrógeno afecta al sistema nervioso central. Los estrógenos tienen un importante papel en la producción de serotonina en el cerebro, neurotransmisor directamente relacionado con el estado de ánimo. El desequilibrio que genera la falta de estrógenos conduce a cambios de humor bruscos y repentinos, emociones inexplicables, ansiedad, tristeza, melancolía, ira, agresividad, falta de motivación y problemas de concentración.

Este cambio hormonal es la causa principal de nuestros cambios de humor durante este proceso biológico natural. Pero existen otros factores que pueden motivarlo o potenciarlo, entre ellos:

Algunas personas apenas notarán cambios, pero para otras puede suponer un gran obstáculo. Interioricemos que, al igual que la sintomatología no tiene la misma intensidad para todos tampoco se puede establecer su duración exacta.

 

¿Qué hacer frente a los cambios de humor? Tratamientos

 

Para lidiar y superar los cambios de humor, lo principal y más importante es que seamos conscientes de lo que nos pasa y entendamos que es un proceso natural. Partiendo de esta asimilación, empecemos por aprender a manejar los cambios de humor reconduciéndolos de un modo positivo y haciéndonos controles hormonales periódicos.

Para ayudar a controlar, tanto los cambios de humor como otros síntomas relacionados con este período biológico, adoptemos hábitos de vida saludables:

  • Ejercicio regular: el yoga es muy adecuado y, además, practicar deporte aumentará nuestra serotonina, nos ayudará a dormir, a relajarnos y a rebajar el nivel de estrés y ansiedad.
  • Actividades al aire libre: la vitamina d que nos brinda el sol potenciará nuestro sistema inmune y fortalecerá nuestros huesos.
  • Sexo con frecuencia: el sexo es un gran analgésico y antidepresivo, mejorará la relación de pareja y favorecerá la segregación de hormonas de la felicidad.
  • Relaciones sociales: rodearnos de personas positivas y enriquecedoras mejorará nuestro estado psicológico.
  • Dedicarnos tiempo: reservar parte del día a hacer lo que más nos guste y cuidar nuestro aspecto físico, nos hará sentir bien por dentro.
  • Escuchar música: está demostrado científicamente que la música es capaz de sanar cuerpo y mente (musicoterapia).
  • Dormir adecuadamente: el descanso es crucial para la salud y decisivo para lidiar con los cambios de humor. Si no conseguimos dormir debidamente, en la farmacia encontraremos productos para conciliar el sueño. Consulta al farmacéutico/a la mejor opción para tu caso particular.
  • Cuida la alimentación.

 

Alimentación en la menopausia y la andropausia

 

Dado que la carencia hormonal durante este período es diferente en el hombre y en la mujer, también la alimentación para paliar su déficit, y los cambios de humor, será propia.

En el caso de los hombres, buscamos un equilibrio de la hormona testosterona. Para ello echamos mano de alimentos ricos en zinc: ostras y marisco en general, carne de hígado o legumbres, vitamina d presente en pescados, huevos y lácteos enteros, y otros alimentos como: ajo, aguacate, aceite de oliva, nueces, castañas, piñones, champiñones, coliflor, repollo o brócoli.

En lo que concierne a las mujeres, el objetivo es equilibrar los niveles de estrógenos y progesterona. Entre los alimentos defensores de estas hormonas, encontramos: soja, semillas de lino, semillas de sésamo, alimentos ricos en vitamina C y vitamina B, dátiles, pasas, ciruelas, frutos rojos, uva negra, albaricoques, cebolla, col, brócoli, salvado de trigo, nueces, garbanzos, aceitunas, chocolate puro o aceite de oliva.

Si nuestro ritmo de vida no nos permite llevar una alimentación que nivele el déficit hormonal, aprovechemos los suplementos alimentarios de venta libre en farmacia, siempre bajo la supervisión de un profesional sanitario conocedor de nuestras necesidades. Otro de nuestros aliados para combatir los cambios de humor, son las infusiones; la hierba de San Juan y la raíz de maca reducirán nuestra ansiedad, estrés y mal humor.